Apoyos conectados para la autonomía personal

«El seguimiento que proporciona Apoyos Conectados es maravilloso»

Usuarios y trabajadores cuenta su experiencia en el proyecto en diferentes comarcas de Aragón
Mujer mayor en su casa con los aparatos del proyecto sobre la mesa

Apoyos Conectados es un proyecto, voluntario y sin coste alguno para las personas usuarias, que abarca cualquier punto del medio rural de las comarcas en las que se desarrolla.

Usuarias y usuarios del proyecto cuentan su experiencia

Ana Moliner en Lagata

En Lagata, una pequeña localidad cercana a Belchite de apenas 60 habitantes, son varias las personas que se benefician de alguno de los servicios. Ana Moliner es una de ellas. Cada día hace uso del tensiómetro, el pulsioxímetro, el termómetro y el glucómetro. Los datos se registran automáticamente en su teléfono móvil, en una aplicación de salud a la que tienen acceso tanto ella misma como la unidad de apoyo de Dfa y el servicio médico de ViveLibre.

«Soy diabética, estoy en tratamiento desde hace 16 años y de esta forma me siento mucho más controlada. Enseguida me han llamado cuando los niveles de glucosa han salido un poco altos y solo puedo decir que este seguimiento me parece maravilloso», asegura. En el teléfono móvil de Ana también está instalada la aplicación de movilidad.

Usuaria y técnica del programa Apoyos Conectados frente la casa de la mujer en Lagata

Silvia Abió en Huesca

Por su parte, Silvia Abió fue una de las primeras usuarias en Huesca. Con 54 años, su vida diaria en la capital oscense está marcada por múltiples patologías. Para sobrellevarlas y poder responder de la manera más rápida y eficaz ante cualquier contratiempo, su teléfono móvil incorpora las aplicaciones de movilidad y de salud. «Me da una absoluta tranquilidad porque ante cualquier problema de salud que pueda sufrir, tanto dentro como fuera de casa, sé que tengo a una persona pendiente de mí al otro lado del teléfono que va a responder al momento», asegura Silvia.

Cristóbal Nogués también en Huesca

A sus 79 años, Cristóbal Nogués vive solo, pero ve cómo con el paso del tiempo la enfermedad de Parkinson hace mella en sus capacidades para desenvolverse con autonomía. Por este motivo, reconoce que Apoyos Conectados «es un proyecto que me viene como anillo al dedo, ya que cubre muchas de las carencias que tengo ahora mismo».

Cristóbal es consciente de que la aplicación de movilidad en el teléfono móvil puede salvarle de más de un apuro. También el kit de salud, para controlar sobre todo las oscilaciones importantes de peso que padece, le puede resultar útil. Y, por si fuera poco, hay un apoyo que ve con muy buenos ojos: el acompañamiento presencial.

Este septuagenario reconoce que «hay situaciones cotidianas, como la de ir a hacer la compra, que hace mucho que suponen un esfuerzo grande para mí, por lo que tener una persona que me ayude en ese sentido es de gran ayuda».

«El perfil de usuario más habitual es el de mujer, de 80 años, que vive sola»

Mientras continúa evaluando a posibles beneficiarios de ‘Apoyos Conectados’, Fernando Pérez, gestor de apoyos, se encarga del seguimiento de un centenar de hombres y mujeres de la Comarca Campo de Belchite que ya forman parte del programa. Tras los primeros meses de plena dedicación y esfuerzo, reconoce que «el perfil medio de las personas que se benefician de este proyecto es el de una mujer, de en torno a 80 años, que vive sola y necesita tener ciertos apoyos para ganar en seguridad, tanto en el ámbito de la salud como en el de la movilidad».

Fernando es consciente de que los servicios de este proyecto son importantes para prevenir cualquier situación de riesgo. «Buscamos favorecer la autonomía para que las personas puedan seguir en su domicilio, además de cuidar y prevenir problemas de salud», comenta. Para que el objetivo se cumpla, la valoración técnica es primordial. «Nos preocupamos por los aspectos clínicos, pero también por los aspectos sociales y de cómo es cada persona».

«Mi trabajo es ayudar a personas dependientes en tareas cotidianas»

Óscar Pastrán, técnico de promoción de la autonomía, atesora más de 15 años trabajando en atención sociosanitaria y, desde hace pocas semanas, compagina su empleo con el de acompañamiento a varios usuarios de este proyecto. Al domicilio de Carmelo García, situado en el barrio de La Almozara de Zaragoza, acude una hora todas las tardes de lunes a viernes. «El objetivo es que Carmelo -que se recupera de un ictus- gane la máxima autonomía posible», revela.

Óscar presta su apoyo durante las cenas, las transferencias, la medicación o el aseo, etc. Su presencia no es sino un «complemento más» en la senda de la recuperación que debe recorrer Carmelo, junto a Mari Cruz Barrios, esposa de Carmelo y usuaria de los servicios ViveLibre Salud y ViveLibre Movilidad.

Ella asegura que «estamos muy contentos con este servicio gratuito, pero sobre todo con Óscar, siempre tan atento». «Mi trabajo es ayudar a personas dependientes en tareas cotidianas», concluye el técnico de promoción de la autonomía.

Persona mayor siendo atendida por gestores de apoyo de Apoyos Conectados en su domicilio