Fundación Dfa, como entidad gestora del proyecto Apoyos Conectados para la autonomía personal, desarrolla un programa de actividades destinado a impulsar espacios y tejer nuevas redes de sociabilización en las 12 comarcas aragonesas en las que se ha implantado.
Entre las propuestas diseñadas para las más de 1.700 personas usuarias figuran visitas culturales, tertulias, paseos saludables e incluso la participación como protagonistas en un documento audiovisual para explicar lo que ha supuesto Apoyos Conectados en sus vidas. Y, sobre todo, talleres de diferentes temáticas: mantenimiento físico, estimulación cognitiva, fomento de la creatividad, manejo del teléfono móvil, autocuidados, gestión emocional, mindfulness, musicoterapia, cuidados para el cuidador, lectura, etc.
Si bien algunas de estas iniciativas planteadas se han desarrollado en las tres capitales de provincia aragonesas, la realidad es que, como ocurre con los diferentes sistemas de teleasistencia avanzada que presta Apoyos Conectados (movilidad, hogar, salud y acompañamiento personal), la población del medio rural también se beneficia de estas actuaciones. Lo saben bien los habitantes de algunas de las localidades donde se han organizado talleres como Cella, Riodeva o Torre los Negros, en Teruel; Alquézar, Monzón, Barbastro, Fraga, Sodeto, Alberuela de Tubo o Ayerbe, en Huesca; o Belchite, en Zaragoza.
Este modelo, voluntario y gratuito para sus usuarios y usuarias, está desarrollado por Fundación Dfa, FIIS y Atam, con ViveLibre como socio tecnológico, con financiación a cargo de los fondos europeos NextGenerationEU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.