La participación en la comunidad es uno de los objetivos prioritarios de Apoyos Conectados para la autonomía personal, un proyecto que vio la luz hace casi dos años con el reto de facilitar que personas mayores, con discapacidad, en situación de dependencia o con problemas de salud puedan continuar viviendo en sus domicilios y así evitar o retrasar la institucionalización en la medida de los posible. Con el fin de luchar contra un problema común como es la soledad no deseada, Fundación Dfa, ofrece la oportunidad de que los usuarios y las usuarias de los servicios que presta esta iniciativa se conozcan y se relacionen a través de actividades de diferente índole.
Entre las propuestas diseñadas para las más de 1.700 personas beneficiarias del proyecto en las tres provincias aragonesas figuran visitas culturales, tertulias, paseos saludables e incluso la participación como protagonistas en un documento audiovisual para explicar lo que ha supuesto Apoyos Conectados en sus vidas. Y, sobre todo, talleres de diferentes temáticas y para todos los gustos: mantenimiento físico, estimulación cognitiva, fomento de la creatividad, manejo del teléfono móvil, autocuidados, gestión emocional, mindfulness, musicoterapia, cuidados para el cuidador, lectura, etc.
«Detectamos que la soledad no deseada es un problema común entre las personas usuarias, así que ofrecemos la oportunidad de que puedan conocerse y relacionarse entre ellas a través de actividades que pueden ser de su interés», explica Yolanda Abadía, coordinadora del proyecto en la provincia de Huesca.
Si bien algunas de estas iniciativas planteadas se han desarrollado en las tres capitales de provincia aragonesas, la realidad es que, como ocurre con los diferentes sistemas de teleasistencia avanzada que presta Apoyos Conectados (movilidad, hogar, salud y acompañamiento personal), la población del medio rural también se beneficia de estas actuaciones. Lo saben bien los habitantes de algunas de las localidades oscenses donde se han organizado talleres como Alquézar, Monzón, Barbastro, Fraga, Sodeto, Alberuela de Tubo, Zaidín o Ayerbe, entre otras.
Apoyos Conectados es un modelo de atención y cuidados ajustado a los principios de vida independiente, prevención en salud, participación en la comunidad e intervención centrada en la persona, mediante soporte tecnológico y servicios profesionales de proximidad. Se trata de una red de monitorización y alertas, además de acompañamiento, sin coste alguno para las personas usuarias.
En un primer nivel de intervención, el usuario disfruta de un sistema de asistencia remota dentro y fuera de su domicilio, a través de una aplicación instalada en su teléfono móvil. De esta forma permanece conectado a una unidad de apoyo, disponible las 24 horas y los siete días de la semana. Esta aplicación ofrece otros beneficios como estar geolocalizado o disponer de recordatorios personalizados.
Un segundo nivel comprende, además, la instalación de sistemas de monitorización y comunicación de variables biomédicas, como la tensión, el azúcar en sangre, la presión arterial, el peso, etc. Este avance permite a las personas usuarias tener un estricto control y seguimiento de su salud. Por otro lado, si la necesidad así lo indica, existe la posibilidad de instalar un sistema de sensores que, garantizando la privacidad y protección de los datos, monitoriza la actividad física en el domicilio para prevenir situaciones de riesgo.
Además, para aquellos casos que requieren grados de dependencia más altos, se da la opción de combinar las soluciones anteriores con el acompañamiento presencial mediante técnicos de promoción de la autonomía que dan soporte a las personas en diferentes momentos del día. «Existe una serie de recursos para desarrollar y respaldar la independencia de los usuarios y las usuarias, evitando o retrasando en la medida de lo posible su institucionalización para que vivan en su domicilio el mayor tiempo posible», resume Abadía.
Perfil de las personas usuarias
610 personas de las cinco comarcas oscenses en las que se ha implantado Apoyos Conectados se beneficiaban a finales de 2024 de los diferentes servicios, siendo un 67% mujeres. La franja de edad oscila entre los 6 y los 98 años, aunque mayoritariamente tienen entre 70 y 89 años. En cuanto a su situación personal, el 48% de estas personas viven solas o tienen apoyos familiares insuficientes y el 61% cuenta con un grado de dependencia o de discapacidad reconocido.
Apoyos Conectados es una iniciativa del Gobierno de Aragón que desarrolla Fundación Dfa, Atam, con ViveLibre como socio tecnológico, Fundación Instituto para la Integración Social (FIIS) con financiación a cargo de los fondos europeos NextGenerationEU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.